CAMALEÓN

Sólo hoy
he extendido los hilos
de la telaraña sensible
envolviendo el mundo.
He sentido mi corazón
latir en el pecho
de una anciana hindú
y no he entendido
porqué
se han muerto de hambre
mis hijos niños.
He visto iceberg
absorbidos por el mar
con su carga
de pobre gente
agrupada y amontonada
como ramos de flores.
He comprendido que la muerte
es todavía
un fruto abundante
que nace de semillas de plomo.
Que la pérgola
de mi jardín
es sólo un alambrado
que divide el mundo
en tantas gajos
igualmente enemigos.
He sentido el olor
de las naranjas frescas
tiradas en la basura
rodeada con alambre de púas
para defender
propiedades que no son mías.
He observado
una sombra verde
bajar en la cueva
del mago bueno
y besarlo en la boca
saciando el hambre.
He visto mi tumba
abandonada sin flores
buscar compañía
entre otras mil iguales.
Aunque si es tarde
alguien de todos modos
me ha donado un peldaño.