Cuando envejecen muchos hombres aparecen afeminados y la casi totalidad de las mujeres muestra un carácter masculino. Esto sucede simplemente porque, con el pasar del tiempo, ambos pierden progresivamente sus carcaterísticas sexuales.

Todo es fugaz. Aún la más bella de las rosas está destinada a transformarse en breve tiempo en una amorfa masa de alimento para nutrir encimas y diversos insectos. Un elemento que irá a integrarse con la tierra, pero que, para nuestros ojos, es particularmente desagradable. Si, cada vez que deseamos regalar una flor, pensásemos un momento que la bella mujer que la recibirá está destinada también ella a sufrir la misma suerte, como además nosotros mismos, probablemente eviteremos el inconsciente impulso que nos lleva al galanteo.

La muerte es una sensación, nada más que esto. Puede ser prolongada y dolorosa, también dolorosísima o atroz, pero de todas formas es sólo una sensación debida a un proceso de transición. Una simple mutación de las disposiciones atómicas.

La milésima parte de un segundo para mí equivale a la nada, pero sin esa sección temporal infinitesimal el segundo no sería más un segundo, como tampoco la hora, el día y progresivamente todas las medidas temporales sucesivas hasta el infinito que de esa forma volvería ser una nada como tal vez lo es.

Se sabe que la conciencia nace cuando se llega a obtener una determinada cantidad de neuronas. Se sabe también que con un número menor no podría existir. Lo que se ignora es dónde se podría llegar si este límite fuese superado, pero es probable que sobrepasar dicho nivel nos llevaría a envidiar la condición en la cual vivimos actualmente.

Si un día fuéramos capaces de demostrar que todos somos la misma persona, tendríamos la certeza que la justicia existe.

La muerte es una sensación, nada más que esto. Puede ser prolongada y dolorosa, también dolorosísima o atroz, pero de todas formas es sólo una sensación debida a un proceso de transición. Una simple mutación de las disposiciones atómicas.

La milésima parte de un segundo para mí equivale a la nada, pero sin esa sección temporal infinitesimal el segundo no sería más un segundo, como tampoco la hora, el día y progresivamente todas las medidas temporales sucesivas hasta el infinito que de esa forma volvería ser una nada como tal vez lo es.

Se sabe que la conciencia nace cuando se llega a obtener una determinada cantidad de neuronas. Se sabe también que con un número menor no podría existir. Lo que se ignora es dónde se podría llegar si este límite fuese superado, pero es probable que sobrepasar dicho nivel nos llevaría a envidiar la condición en la cual vivimos actualmente.

Con el Hombre, la Naturaleza ha intentado darse una conciencia parcial.