El impulso a la agregación, que nos lleva a realizar construcciones urbanas cada vez más extensas, tiene raíces en el origen de la vida y de su sucesivo desarrollo que nos ha permitido la realización de cualquier organismo viviente.

Del contraste la antítesis que precede al cambiamiento.

La programación de la propia vida puede ser vista únicamente en perspectiva, por tanto es imposible viajar y actuar en la propia existencia; podemos sólo intentar condicionar los acontecimientos futuros que le darán un significado. En resumen: la vida no puede ser otra cosa que el recuerdo de lo que ya ha pasado.

No creo que un proceso biológico pueda tener un objetivo trascendental; creo más bien que un pensamiento, aún el más primordial, pueda cambiar su final.

Cuando el cerebro pierde la capacidad de controlar todas las partes que componen un cuerpo, las células, pudiendo ejercitar finalmente su autonomía, decretan su propio final.

El aspecto somático al que nosotros damos un parecer estético, en realidad tiene sólo un valor funcional.

La molécula de un sonido, como la de un olor, es un universo infinito.

Nosotros somos solamente nuestra conciencia, no nuestro cuerpo.

Cada una de las células de cualquier estructura orgánica nace y existe solamente con el objetivo de morir para nutrir otras células de nuevas estructuras.

Cuando envejecen muchos hombres aparecen afeminados y la casi totalidad de las mujeres muestra un carácter masculino. Esto sucede simplemente porque, con el pasar del tiempo, ambos pierden progresivamente sus carcaterísticas sexuales.