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ESPERANZA LEJANA
Espolvorearse
de interlocuciones bifrontales
para dar una ausencia
coloreada
de presencia lejana.
Nunca lo aceptaré
hasta que
el concepto del yo
será el concepto del nosotros.
Un doble lenguaje
me ha atravesado el corazón
con la perfidia inocente
de la inconsciencia.
Sobre mi tronco de mármol
me hundiré de nuevo
en el pantano
de los pensamiento personales.
La opresión traicionera
de las arañas como larvas
que corren en mis venas
comprimiendo las sienes cansadas
con la fuerza de un huracán
colmo de victorias
me mata lentamente.
En la garganta
un catafalco de sangre
que adoro
como un dios pagano
me corta la respiración.
¿Cuánto puede valer
una idea sofisticada
si se hunde en el fango
de una idea presente
también a mi lado?
No existe ninguna esperanza.
Me aferro,
con la desesperación de quien
ha perdido la última posibilidad
de una esperanza lejana,
cercana, desconocida, clara y perversa
como una mente futura.
¡Ah! asesinos de los días importantes
se pagará con el olvido
la culpa
de no hacer nada.
No tengo más deudas.
Un balón en la cabeza
pagará la sola
que tengo con mi madre
sin que ella
reciba el saldo.
Tendría que dormir,
la cabeza me explota,
el corazón quiere emigrar
hacia compañías más seguras.
Luego vuelve
a refugiarse en el pecho.
Sabe
que afuera
existen sólo enemigos.