019be-van2bgogh.jpg

Las personas que aprecian Van Gogh, en las obras que nos ha dejado, ven la proyección que su genialidad, vehemente pero al mismo tiempo limitada por la locura, hubiera podido realizar; otros ven el ápice privado de la progresiva evolución que su locura habría impedido materializar. Yo creo que genialidad y locura en él fuesen inseparables y que se alimentasen recíprocamente.