
Recuerdo cuando, colmo de felicidad, mi padre partió para el Congreso de la Aeronáutica. Con su impermeable blanco, que usaba per primera vez, parecía un niño con un juguete nuevo. Y esto eras tú: mi padre. Que tanto miedo suscitabas en mi infancia y tanta ternura regalabas a tu vejez.