
TÚ
Me miras y te buscas
sin encontrar
la isla perdida
mientras los ojos se pierden
en abismos sin fin.
Alza la mirada
que más allá del horizonte
y de sus límites aparentes
hay aún alguna cosa.
En un lago personal
abrazas en silencio
tu tronco que habla
pero
para no ahogarse
es suficiente una imagen.
Apretar
la cola de un mulo
no es cabalgar
pero cuando eras niña
tu caballo murió
en el primer obstáculo.
Los últimos fragmentos
de la muñeca de trapo
se han quemado
sin darte calor.
También la ceniza
se está perdiendo
en una catarsis irreal
en sentido contrario.
Cansados los dos
dormíamos
un sueño incompleto.
Un sogno incompleto.
Yo no sueño más
Desde hace tiempo.
He atravesado
tus paredes
y ahora
un cojín de plumas
tiene el aspecto
de una lápida absurda
donde se graban recuerdos.
En un ángulo prohibido
donde la mente confunde
pasado y futuro
he escondido un secreto.
La locura
es su reina
y tu sexo
una muralla.
En tus manos la llave
pero no lo sabes.
Esclavo y amo
flagelo y acaricio
ejércitos de
masturbadores metafísicos
que buscan
un silogismo definitivo.
Sólo recordando
tus juegos amorosos
he sentido
exaltaciones nuevas
remordimientos felices
y paraísos ignorados.
Es un discurso infantil
que sabe de gorro
para un juguete roto.
Es la palabra fin
para la novela
del sexo más alto
que yo haya escrito
en cada acto amoroso
y ahora lo sabes.