DESCENSO
… así, lentamente
innumerables luces desaparecen.
Descienden poco a poco
juntos
el cuerpo y el alma,
de la cima
que les había costado
tanto esfuerzo.
Cada día se hace más oscuro
aún de noche se ve.
Y si bien no se siente
el ruido de aquello que se pierde,
el descenso se hace más fácil
y el paso más veloz.
Algunas veces,
siempre menos,
volviendo la mirada
la cima se ve lejana;
envuelta por las nubes
pero todavía más clara.
Por un instante
un breve pesar
luego se desciende aún
donde ya no hay más luces.