Pensamiento 16

La muerte llega con puntualidad tanto para quien la desea como para quien la teme; es mejor ignorarla. Y aquí está la fuerza de la teoría: podemos engañarnos ignorando lo que para nosotros es un final tan cruel e incomprensible que, como una espada de Damocles, nos condiciona inexorablemente desde el primero hasta el último de nuestros días.