
HILOS
Un falso lamento
se refracta
en un eco
de vida ilusoria.
Esferas de fuego
suspendidas en el cielo
por mil hilos inexistentes
desecan mares
de tiempos sin tiempo.
Y
fingimos miedo
se rompa ese hilo
bien sabiendo
que el sol no caerá
pero que nosotros,
caídos desde hace tiempo,
no nos alzaremos
nunca más.