crollo_civilta'15

En sus albores, la caída de una civilización siempre ha estimulado absurdos entusiasmos, por el dilagante y atractivo laxismo, en los pueblos que serán sus víctimas.
Incoherente es que la exigua minorancia, consciente a través de una sensibilidad y de una racionalidad que deberían hacerle imposible una capitulación moral, hace muy poco para que ello no suceda.
Tal vez está en ella la inconsciente certeza que las caídas pertenecen a lo ineluctable y por consiguiente también ellas son útiles.