Calla; el amigo te escucha.

Y así, queridas celulitas, por una estúpida ley biológica, estamos volviendo hacia atrás. Existe sólo un medio para detener el regreso; ¿o lo acelera?

En una soledad alucinante siento el universo que me envuelve dispersando mi conciencia individual en una totalidad que se traduce en nada.

El junco se plegaba fluctuando por el leve soplo del viento y reflejándose, su imagen se desflecaba en mil reflejos plateados en el agua inmóvil del lago inmerso en la penumbra de la noche, a veces lamida por la tenue claridad de la luna.
Y todo ello sin saber dónde, cuándo o simplemente porqué.

Un suspiro puede ser un vagido; un suspiro puede ser un estertor.

Come a menudo me sucede me estoy equivocando no obstante tenga razón. ¿Pero es en realidad tan lógico que quien no se equivoca deba también tener razón?

Castidad es ignorancia, ignorancia es pureza, pureza es virtud, virtud es candor, candor es inocencia, inocencia es castidad, castidad es…

ARROYO DE HUMO

El yo absoluto
en antítesis
con la propia antítesis
examinando el momento
de la estaticidad eterna
a la búsqueda
de una razón
más allá
de dudas inexistentes.
En un arroyo de humo
la explicación absoluta
de la propia
desconfianza.

En las fases progresivas de la propia evolución el moralista es reprimido, se autoreprime y por consiguiente reprime. A veces, al final, se suprime.

En el templo de mis recuerdos, la infancia es la cariátide olvidada que lo sostiene.