25522252_The_Blame_Game

Comúnmente se cree que la facultad de soñar no deba ser incluida entre las prerrogativas conscientes de nuestro intelecto. Aún el sueño más elaborado viene considerado perteneciente a un sector independiente, no ligado a nuestra inteligencia, casi no incluyese la esfera de la reflexión. Y esto porque a menudo aquello que soñamos se nos presenta sin sentido lógico o al menos sin ningún nexo cronológico. Mi opinión es que, por el contrario, toda manifestación onírica se coloque en la cumbre de nuestra posibilidad de pensamiento y forme un cuerpo único con la inteligencia manifestada durante el estado de vigilia. Ésta es una de las pocas convicciones que considero ciertamente incontestables pues, a parte la consideración de Freud, es fruto de un diálogo que hice con mí mismo en un sueño.