Todo afecto es esencialmente resultado de carencias y necesidades, por lo tanto completamente ilusorio en la propia deformación.

La libertad más auténtica es la más tiránica pues es sólo esclava de sí misma.

Derrotar las propias derrotas para una victoria real.

El lamento de un joven viéndose joven, la tristeza de un anciano viéndose anciano, el orgullo de un joven viéndose anciano, la alegría de un anciano viéndose joven. A menudo sucede que la realidad aparezca deprimente y la apariencia entusiasmante.

La felicidad no se compra nunca; se conquista o viene regalada.

El mundo está lleno de expertos en el arte de aparecer de tal manera.

Los hombres que pierden el ímpetu de la lucha, inconscientemente declaran la propia inutilidad.

Entre la sensibilidad de quien escribe y de quien aprecia, no existe ninguna diferencia.

Es muy difícil que un intelectual pueda ser un jefe, pero es fácil que un jefe pueda ser un intelectual.

De la preferencia sexual se puede intuir la consideración que el individuo tiene de sí mismo.